Las bandas de agujas llegan a la Salina de la Tapa donde descansan de sus larguísimos viajes migratorias, siempre agrupadas permanecerán aquí hasta que descansen bien, se alimenten y continúen. Entre tanto las cigüeñuelas que siempre están presentes, se dedican a lo suyo, a perseguirse, a volar y a aterrizar donde mismo están las agujas. El caso es que las agujas no participan en su juego y las cigüeñuelas actúan como si no estuvieran éstas. El resultado de todo esto es un baile que las cigüeñuelas ejecutan para las agujas estando éstas como espectadores de primera fila.
Pico picapinos en la Casa de Campo de Madrid.
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Aprovechando mi tiempo por *Madrid*, me he dado una vuelta por la *Casa de
Campo*. Como en otras ocasiones he visto al pico picapinos (*Dendrocopos*
*maj...
Hace 14 horas
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