La araucaria es un árbol de gran porte muy emparentado con los pinos y abetos procedente de Oceanía. Por su vistosidad se han plantado mucho en las calles, parques y en nuestra ciudad sobre todo en los cascos bodegueros donde son muy habituales. Es un detalle del paisaje urbano que rompe la monotonía del las calles y los edificios sobresaliendo en el horizonte gracias a sus excepcionales alturas que despuntan sobre los edificios más bajos. Las alturas que presentan estos árboles pueden superar los 35 metros de altura perfectamente. Al igual que los abetos cuando son jóvenes presentan un bonito porte piramidal que conforme van creciendo se va volviendo menos simétrico y ordenado tomando este típico aspecto despeinado, como ocurre con los pinsapos. el magnífico ejemplar de la calle Pedro Muñoz Seca es uno de los pocos que pueden contemplarse enteros al estar ubicado tras una valla en lo que fue la sede de la Cruz Roja. Por su porte probablemente se trate de un ejemplar centenario, imprescindible un gran angular para fotografiarlo entero en esta calle tan estrecha, o bien montar un panorama vertical.
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