Cada uno de nosotros iba acompañado de un guarda del parque en diferentes zonas para avistar a estos animales y contarlos, un trabajo duro que requiere caminar y sobre todo madrugar pues más madrugan ellos y luego ya no se los vuelve a ver. Una de las salidas fue en Sestrales y otra en el Valle de Pineta, en el primer punto se vieron muchos más tanto a la ida como a la vuelta mientras que en el otro punto fue solo al llegar pues desaparecieron rápido. Aunque estuvieron a punto de desaparecer los rebecos (o sarrios) aun corren por el pirineo aragonés.
La UE permite el uso de sustancias cancerígenas en tuberías de agua potable
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La UE publicó el 23 de abril la Decisión (UE) 2024/367 de la Comisión, que
presenta un listado de sustancias que los Estados pueden emplear en
materiales...
Hace 8 horas
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