En la zona periférica de protección del P. N. Ordesa y Monte Perdido, al oeste, se encuentra el Valle de Ota, un valle, que a pesar de su aspecto desarbolado guarda mucha vida, especialmente de anfibios en sus numerosas cascadas, arroyos y charcas. De origen glacial, en su día fue un lugar cubierto por árboles que fueron talados para sus aprovechamiento ganadero. La rana bermeja y el águila real son dos habitantes destacados de este verde entorno.
Exigen que no se autorice el vertido de la Mina de Aznalcóllar al Estuario
del Guadalquivir
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Siguiendo el Principio de Prevención, base rectora de la legislación
ambiental, no debe autorizarse este vertido minero ya que no se han
estudiado y valo...
Hace 19 horas
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