Aunque su aspecto no es el típico de las madreselvas, al menos las flores nos indican que pertenece a esa misma familia, las caprifoliaceas. Es un pequeño arbusto, caduco, de hojas alargadas y con pequeños grupos florales que podemos encontrar con facilidad en el pirineo aunque no es el único lugar donde se encuentran pues también es habitual en montañas del este peninsular y existe un subespecie propia de las islas baleares.
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